¿Touchdowns? ¿Como en el fútbol americano? En efecto, has leído bien. Touchdowns.
Como sabes, y expone Wikipedia, «un touchdown o ensayo es la forma básica de anotación en el fútbol americano y canadiense». Podría parecer que esto no tiene nada que ver con la joyería, pero la realidad es muy diferente. Soy José Francisco Alfaya, impulsor de 925lab, y te lo voy a demostrar ahora mismo (si me lo permites).
Un touchdown que no vas a olvidar
Reproduce el siguiente vídeo grabado en el estadio de los Kansas Jayhawks, el equipo de la Universidad de Kansas, y entenderás a qué me refiero:
El anciano entrañable que cruza el campo de los Jayhawks hasta lograr un memorable touchdown se llama Bryan Sperry y jugó en este equipo durante su periplo como estudiante universitario (que se vio interrumpido por la II Guerra Mundial). La universidad organiza cada año un partido de alumni y, como has podido comprobar, en 2015, que es cuando se grabó este vídeo, el Sr. Sperry, a sus 85 años, aún tenía ganas de recordar viejos tiempos.
¿Te imaginas su felicidad al revivir experiencias de su juventud en su hogar? Viendo su sonrisa en el vídeo, seguro que sí.
Un touchdown y una joya sirven, esencialmente, para lo mismo
Bien, esto esconde una enseñanza básica para cualquiera que quiera vender (sí, también joyas): una marca no es nada si no aporta valor a la sociedad y, en especial, a sus clientes.
El mundo del deporte está lleno de marcas poderosas. Tan poderosas como para que sus seguidores recorran medio mundo para apoyar a su equipo o estén dispuestos a tatuarse su emblema. Una marca de joyería no es demasiado distinta: las joyas que comercializas no son más que una herramienta para que tu cliente objetivo esté un paso más cerca de alcanzar sus objetivos, de ser quien quiere ser. Las joyas están al servicio de la belleza, del éxito, de las conmemoraciones, del sentimiento de pertenencia y de mil cosas más. Tu misión consiste en descubrir las que son importantes para tu cliente ideal y darles respuesta. Ni más, ni menos.
Algún despistado podría sentirse identificado con la estrella del vídeo, el Sr. Sperry.
Nada más lejos de la realidad.
El Sr. Sperry es tu cliente. Hacerle feliz está en tu mano. Si lo logras (de forma rentable), llegarás lejos.
Los clubes deportivos deben hacer felices a sus clientes (que suelen llamarse aficionados) y las marcas de joyería también. Ojo, que ese «hacer felices» es muy amplio, tiene muchos matices y mucho que ver con el sentimiento de pertenencia.
Tal y como afirmé hace unos meses, «El protagonismo debe tenerlo tu cliente, no tus joyas». Te recomiendo que revises esa entrada del blog de 925lab y que sigas «tirando del hilo» porque «Para fidelizar a tus clientes vas a necesitar algo más de joyas». Dicho queda.
¿Te has convencido de que tus clientes no quieren joyas, sino touchdowns?
Si sabes leer entre líneas, seguro que sí. Después de todo, confundir el fin con el medio para conseguirlo es peligroso… pero frecuente.
¿Quieres hacer alguna aportación? Hazlo en el espacio reservado para los comentarios, bajo estas líneas, y todos aprenderemos.
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