Hace un mes publiqué una entrada con el título «Mis clientes me piden oro ecológico, ¿qué puedo hacer?» y lo cierto es que ha generado bastante interés, de modo que ha logrado una notable difusión en redes sociales. Así es como llegó hasta ella la diseñadora asturiana Maria Goti, que cuenta con experiencia de primera mano trabajando con oro Fairmined. María tuvo el detalle de dejar un comentario en esta entrada compartiendo una noticia en la que Fairmined anunciaba «Oro Ecológico Fairmined disponible desde Mongolia y Colombia». Después de buscar algo de información acerca de María, no pude resistirme a la tentación de preguntarle si le importaría que la entrevistase acerca de su experiencia trabajando con metales provenientes de «minería justa» y, por suerte para todos, fue tan amable de aceptar mi invitación.
Es cierto que la minería de oro o plata, como cualquier otra actividad desarrollada por el ser humano, no tendrá nunca un «impacto medioambiental cero»; no obstante, lo que sí es posible es tratar de minimizarlo y, al mismo tiempo, intentar que se convierta en una actividad económica que genere riqueza a lo largo de toda la cadena de valor (empezando por las comunidades locales en que se desarrolla). Por eso iniciativas con Fairmined merecen atención.
A continuación, entrevista en formato vídeo (recurriendo a la tecnología de Google Hangouts) y su transcripción a texto. En este caso concreto quiero difundir la entrevista en todos los formatos posibles porque creo que se trata de una causa que lo merece; es probable que entrevistas futuras sólo estén disponibles en distintos formatos para los miembros de 925lab.
Para profundizar
Quiero dar las gracias a María Goti por su generosidad, tanto por dedicarme su tiempo como por compartir conmigo sus vivencias de una forma tan cercana y transparente.
Información adicional:
- Sobre María Goti: www.mariagoti.es
- Sobre Fairmined: www.fairmined.org
¿Te ha parecido interesante? Entonces acuérdate de suscribirte al boletín de 925lab.
Transcripción de la entrevista a María Goti
José Francisco Alfaya (JFA).- María antes de nada quiero darte las gracias por aceptar la invitación a esta entrevista, y que a veces pues es algo que bueno estamos poco habituados y nos pone nerviosos y todas esas cosas… el motivo de esta entrevista es que hace unos días publiqué una entrada en 925lab que se titulaba “mis clientes me piden «oro ecológico», ¿qué puedo hacer?” y resulta que tú tuviste la gentileza de dejarme un comentario facilitando alguna información acerca de Fairmined, que es una iniciativa que creo que realmente merece que se le dedique cierta atención porque es verdad en el ámbito de la minería tenemos mucho por hacer, sin duda alguna… y poco a poco parece que va habiendo una mayor sensibilización.
JFA.- [1:20] Entonces, antes de nada, para todos los que no te conocen: tú eres María Goti… cómo llegas al mundo de la de la joyería es mi primera pregunta.
María Goti (MG).- Pues fue así como un poco hasta casualidad porque yo cuando estaba estudiando bachiller… bueno siempre cuento lo mismo, pero es lo que es, cuando estaba estudiando bachiller llegó un punto en que todo lo que yo pensé que me gustaba y que quería, no. De hecho, fue unos meses antes de tener que hacer la selectividad: yo siempre había querido estudiar algo de idiomas o traducción o algo así, y no. Llegué a la conclusión de que no, que no quería estar sentada haciendo trabajo de oficina, ni papeles, ni nada… entonces buscando, buscando, buscando dimos con joyería.
A mí siempre me había gustado mucho todo el tema de hacer cosas a mano y en el instituto o en el colegio la asignatura de plástica o de arte, junto con idiomas, eran las que más me encajaban y fue un poco así. Dimos con la escuela de joyería de Oviedo y ahí estuve estudiando 3 años joyería y gemología.
JFA.- [2:06] Nos remontamos entonces a 2006, cuando sales de la escuela, ¿no?
MG.- Sí, fue el 2006 cuando terminé y sí que me salieron trabajitos y tal, pero era trabajo de taller muy repetitivo, muy poco creativo. A mí no me apetecía mucho y en casa también me decían que después de haber estado estudiando, tener que estar haciendo ese trabajo que no me permitía desarrollar nada mío… me animaron y me ayudaron a montar el taller y así fue. Me di de alta en autónomos y a empezar a currar.
JFA.- [3:06] Ya tienes una trayectoria importante como trabajadora por cuenta propia, que no es fácil…
MG.- No, no, no es fácil, no… [risas]
JFA.- [3:15] Nada, nada fácil, lo sé por experiencia propia también y bueno… montas tu taller y básicamente empiezas a hacer piezas, ¿no?
MG.- Pues sí, pues lo típico. Montas taller en casa como buenamente puedes, pero claro, tampoco te metes en grandes inversiones ni nada, sin saber si te va a funcionar… y empiezas a vender a los amigos de tus padres y a los compañeros de trabajo de tus padres, y así… y luego poco a poco haciendo ferias y tal. Trabajando y trabajando y trabajando…
Luego fue cuando empezó todo lo de las redes sociales y Flickr, Fotolog… y luego descubrí los portales de ventas Etsy y DaWanda… y poco a poco, trabajando y trabajando.
JFA.- [3:58] La verdad es que tienes una perspectiva realmente muy interesante sobre el impacto que ha tenido el Internet en el mundo de la artesanía general y de la joyería artesanal en particular. Yo también he vivido lo que comentas y sí es cierto que desde luego hay un cambio radical, pienso yo, desde el momento en que la red nos permite ganar en visibilidad, llegar a clientes que de otra forma hubiera sido impensable, de modo que ahí seguro que lo tenemos todo claro, ¿no? Sé que has conseguido buenos resultados en Etsy, por ejemplo… no sé, cuéntanos un poco, porque la verdad es que también sé por experiencia propia que no es nada fácil, o sea que eso también es meritorio.
MG.- Sí, de hecho ahora la tienda de Etsy la tengo cerrada (bueno, en modo vacaciones porque no está cerrada, cerrada), está en reposo porque desde que abrí la tienda el año pasado no me da tiempo a todo.
En Etsy fue poco a poco, a través de… no me acuerdo de quién… ¡Ah sí! una joyera de Barcelona que, además, sigo teniendo trato con ella, Marta Sánchez Oms… no sé, seguramente igual conoces su tienda Masaoms. La vi y dije “Bah… pues sí, podemos vamos a probar a ver qué pasa” y nada, empiezas a subir las primeras piezas. Resulta que, de repente, un día abres el correo y te compraron un anillo; es más, me acuerdo del primer anillo que vendí, se fue a Estados Unidos… y claro, para mí aquello era como «madre mía»… y yo en mi casa, allí, en mi mini-taller, pensando «y ahora esto que se va para allá» y alguien que eso, viendo una foto nada más, se anima a comprarte un anillo, aunque no seas nadie… y así poco a poco, echándole horas, promocionándola mucho… trabajando.
JFA.- [5:58] Pienso que tienes un bagaje muy importante en redes sociales, etc. El año pasado abres tu galería, que es un salto importante, sin duda alguna… ¿qué tal la experiencia? Porque es muy diferente.
MG.- Me cambió muchísimo, me cambió muchísimo la forma de trabajar porque… a ver, lo de la tienda fue un poco también por querer salir de la dinámica de las ferias.
Yo estaba haciendo por lo menos un par de ferias al año, aquí en Asturias. Hacía una grande en navidad, pero es que el trabajo para ferias no es… tienes hacer muchas piezas, las ferias de navidad implican que tienes que tener el taller cerrado todas las navidades porque tienes que estar en feria, tienes que estar meses antes preparando cantidad, cantidad, cantidad, y había entrado en una dinámica de hacer casi siempre las mismas piezas porque sabes que son las que te funcionan. Además, las ferias están pegando un bajón importante, está empezando a haber mucha mezcla de cosas que sí son hechas a mano con cosas que no y llega un momento en que el cliente no sabe diferenciar si está pagando de verdad artesanía, o no. Un cúmulo de cosas.
Abrí la tienda y la verdad es que fue un cambio importante porque, además, ahora lo que más estoy haciendo es todo para bodas, alianzas de boda y pendientes para novia, y bueno, va un poco por ahí la cosa. También empecé a trabajar con diseño 3D, que no tenía ni idea; el año pasado empecé un curso online de diseño 3D con Chesco Díaz y ése también fue otro cambio importante.
La verdad es que estoy contenta con el cambio… trabajo mucho, son muchas horas y tienes que estar en la tienda, tienes que estar en el taller, pero la verdad que estoy muy contenta.
JFA.- [8:02] Me alegro de que estés satisfecha, al menos de momento. Esperemos que todo vaya muy bien y que en un momento determinado incluso puedas contar con refuerzos que a ti también te liberen para trabajar tu creatividad.
MG.- En un futuro espero que sí, porque bueno… de momento la verdad que va bien, ya te digo sobre todo con el tema de las bodas y eso, es lo que más me está entrando y… y bien. Sí que es verdad que hay momentos en que me agobio y digo “madre de Dios, esto no lo doy sacado”, pero al final todo sale.
JFA.- [8:41] Te iba a preguntar precisamente por el tema nupcial porque tampoco es fácil encontrar un hueco en un mercado que está muy saturado. Evidentemente en cualquier joyería te venden una alianza, ¿no? Eso es un básico en nuestro mundo. Por pura curiosidad, ¿cómo lo has hecho para ir metiendo poco a poco la patita y hasta hoy?
MG.- Empecé en el 2014, fui a una feria que hay aquí que se llama “De etiqueta”, que es de bodas. Llevé ocho modelos, creo que eran… no, ocho modelos no, eran dieciséis modelos puestos en parejitas, todos con texturas. Eran alianzas muy sencillitas, todas con texturas, todo muy orgánico. Fui compartiendo el stand con unos amigos que son fotógrafos y a la gente le entró bien por el ojo, lo de las texturas y… «Oye ¿y esto? ¿Me podrías poner esto aquí?» y yo: «claro, claro»; un poco buscando la personalización en las alianzas.
Es verdad que en todas las joyerías hay, pero lo que te dice la gente cuando entra en la tienda buscando alianzas es “vengo de tal sitio y es que son todas iguales, es que es la típica clásica de siempre: lisa, pulida, amarilla, que no me gusta». Ofreces una cosa nueva, que hay mucha gente a la que le gusta poder personalizar. Además, en las bodas lo ves, que se hacen hasta su sello propio para las invitaciones, o para los vestidos puedes ir a un diseñador que te los haga para ti. Lo que me ha funcionado más o menos bien creo que eso: poder ofrecer opciones. Ahora, por supuesto, con el diseño 3D puedo ofrecer muchísimas más opciones que antes.
Creo que el secreto está ahí… y poder adaptarme también a la idea del cliente, porque hay veces que el cliente me trae una idea muy clara y me dice: “no, yo quiero esto con esto aquí, grabado aquí… ¿puedes?” Y yo «por supuesto».
JFA.- [10:51] Ahí nos lo ponen más o menos fácil. Me alegra que hayas ido comentando ya algunas pinceladas de esos factores que han hecho que los clientes te encuentren, porque al final tenemos que construir una identidad que realmente nos haga distintos y nos permita encontrar nuestro hueco en el mercado. Desde tu punto de vista, ¿cuál es la clave, o cómo sintetizarías tú la propuesta de valor de María Goti? ¿Por qué te escogen a ti y no a otros?
MG.- Creo que es lo que te estaba comentando… a veces lo pienso y digo: «¿pero por qué vienen a mí y no a otra gente?». Te lo digo de verdad, porque a veces incluso me lo pregunto yo.
Cuando pasaron las navidades y empezaron a venir parejas a encargarme alianzas y alianzas, dije «pero si… vale sí, las hago bonitas y las hago bien», pero hay mucha oferta, qué es lo que tú decías. Yo creo que es eso, el poder ofrecer prácticamente todo, porque ya sea hecho a mano, ya sea hecho con microfusión, ya sea hecho en 3D, puedo ofrecer casi todo. Creo que el tema está por ahí [risas], no sé qué decirte más. Ya te digo que a veces hasta a mí misma me sorprende porque hay bastantes joyerías y en Asturias hay muchos talleres también.
Supongo que también es dar mucho la lata, porque yo doy mucha la lata por redes sociales y estoy todo el día enseñando, y enseñando los procesos de trabajo. Creo que es un cúmulo de muchas cosas… alguien te contrata y se queda contento y habla bien de ti… al final todo eso también acaba llegando.
JFA .- [12:44] El boca a boca es la mejor publicidad que existe, de eso no hay duda. Es un tema que daría para mucho, pero tampoco es cosa de que nos eternicemos porque al final nadie ve las entrevistas que son muy largas. Sí me gustaría preguntarte: ¿en qué momento sientes la necesidad o el interés de empezar a trabajar con materiales éticos?
MG.- Pues eso fue precisamente relacionado con las bodas, porque el muestrario que yo llevaba, lo llevaba en plata. Pero claro, se puede hacer en plata, se puede hacer en oro, se puede hacer en platino, se puede hacer en lo que sea.
Empezaron a pedirme oro y diamantes, y la gente cada vez se está haciendo más consciente de dónde está fabricado esto, de dónde procede esto, esto quién lo hizo y cuando me empezaban a pedir diamantes, me decían «no, pero bueno ¿son libres de conflicto?» y tú «sí»… pero tampoco tienes ningún arma para demostrar que sí, porque les hablas del certificado de Kimberley, pero claro del certificado de Kimberley al cliente no le das un papel que dice ni de dónde viene, ni nada… es verdad que era una cosa que me incomodaba, a mí me gusta mucho dar explicaciones de todo lo que hago en redes sociales, lo que te dije antes son muy pesada y enseño todo.
JFA.- [15:54] Eres muy transparente.
MG.- Sí, claro. Entonces no podía explicarle a esa gente de dónde venían sus diamantes, a mí me lo vende un proveedor pero claro yo tampoco sé… me dice “esto está certificado, esto es el certificado de Kimberley y es seguro que está limpio”… pero claro, el proveedor tampoco me enseñaba ninguna documentación porque no hay.
Es una cosa que a mí me comía un poco la cabeza, es que hasta para comprar aceite de oliva tienes ahí tu sello, de esto viene de aquí, esto está embotellado acá y, sin embargo, con materiales qué son tan susceptibles de que haya una problemática detrás, de conflicto, explotación laboral, infantil, claro yo veía que ahí había… y, a la vez, desde que tengo la tienda en Etsy entré en contacto con un grupo joyeras y joyeros, EtsyMetal se llama, y yo veía que utilizaban ponían materiales reciclados, diamantes libres de conflicto… me dije “¿dónde demonios encuentro yo eso?”.
Desde que la gente empezó a pedirme explicaciones de las piedras, buscando y buscando, di con una joyera que utilizaba diamantes libres de conflicto y, además, utilizaba metal sostenible. A partir de ahí empecé a mirar y una cosa llevó a la otra, empecé con el metal sostenible y con los diamantes certificados…. y fue para poder dar explicaciones de lo que estoy vendiendo y, además, quedarme yo tranquila también.
JFA.- [16:06] O sea, que en tu caso realmente hay una inquietud personal…
MG.- Mucha inquietud personal, sí.
JFA.- [16:16] Y hay también demanda por parte del cliente, ¿no?
MG.- Sí, sí, sí, porque tú lo veías, aunque fuese un diamantito para una alianza… «no, es que vi la película diamantes de sangre» y esto me lo han dicho varios clientes además.
Tú preguntas al proveedor y yo… ¿cómo le digo a esta persona?… con qué cara le digo: “oye pues sí, esto está libre de conflicto”… yo tengo que creer al proveedor y el cliente me tiene que creer a mí, pero detrás de ese diamante, qué hay, quien lo trajo, en qué condiciones, en dónde.
No sabes y a mí me da mucha rabia no poder decirle de dónde vienen las cosas, porque de la misma manera que yo defiendo mi trabajo y digo pues esto sale de aquí y esto lo hice en 3D, esto lo hice así y esto lo hice asá, claro pues me gusta poder decir: » el diamante viene de ahí y el metal viene de Perú».
JFA.- [17:06] ¿Cómo empiezas tú a trabajar utilizando metales de origen ético con Fairmined?
MG.- Es muy fácil, ellos están deseando ayudarte siempre. Me puse en contacto con ellos a través del formulario de la página web, luego la comercial con la que yo tengo trato me mandó un email con toda la información, con un cuestionario que tuve que cubrir para que me conociesen un poco más e informarme de las distintas manera que tienes de colaborar con ellos y nada, te mandan también unos requisitos porque no es que tú cojas y digas: «hala yo ahora me pongo aquí y digo que tengo la licencia para Fairmined y ya anuncio que vendo joyería hecha con metales sostenible». Tienes que cumplir unos requisitos y ellos se aseguran mucho de que los cumplas.
Fue bastante rápido empezar a trabajar con ellos, lo que pasa es que sí que me llevó un tiempo entender todo lo que implicaba trabajar con ellos e informarme. Uno de los problemas que tuve es que con las piezas que hagas tú directamente en taller no hay problema porque el metal lo tocas tú, lo trabajas tú, pero claro, con las piezas que hagas en 3D dependes de una fundición. Yo no puedo mezclar mi oro con oro de la fundición, es decir, mi oro Fairmined no lo puedo mezclar con otro oro. Si quiero certificar que mi pieza es 100% hecha con metal sostenible no puedo mezclarlos.
Las fundiciones generalmente hacen un árbol, ponen ahí todas las piezas y aunque les mandes tú el oro te lo mezclan. Claro, no valía y tuve que dejar de trabajar con mi fundición porque me pedían un mínimo de peso que, para un taller tan chiquitín, era un poco inasumible. Ahora igual me encargaron cuatro pares en blanco, dos en oro rosa y tres en amarillo… hasta rellenar un árbol de no sé cuantísimos gramos en oro rosa no había manera. Tuve la suerte de que encontré una fundición en Bilbao que me hace los arboles chiquititos con mis piezas. Si es con una pieza, con una pieza; si es con dos, con dos… ellos también me están ayudando mucho porque yo tampoco puedo coger y decirles: “vale, sí, yo estoy trabajando con esa fundición que funden para mí y funden con mi metal».
Yo tengo que garantizar a Fairmined que efectivamente la fundición está trabajando con ese oro que yo les compró a ellos, de modo que cada vez que me funden con mi oro Fairmined desde la fundición me mandan unas hojas de metales indicando que se fundieron tantas piezas con tantos gramos. Parece más complejo de lo que es, pero está muy controlado; ya digo, no es que tú cojas y digas: “hala ya está; yo aquí hago joyería sostenible”.
Además tenemos una aplicación interna con la que ellos controlan la cantidad que tú compras, y a quién le compras ese oro… en España hay varios operadores que son los que nos venden los metales (en mi caso provienen de Perú) y cuando compras te emiten una factura y tú esa factura tienes que introducirla en la aplicación, poniendo qué metal compraste, de qué calidad, en qué formato te llegó, cuánto peso, algún dato más… a quién… hay un control. No puedo comprarles 20 gramos, no volver a comprarles más y, de repente, anunciar que absolutamente todo lo que hago está hecho con oro sostenible. Es una manera que tienen ellos de controlarnos y, si llegas a comprar más, creo que es más de kilo y medio al año, te hacen una auditoría.
JFA.- [21:34] Eso te iba a preguntar yo, imagino que habrá también auditorías como tal en determinados escenarios.
MG.- Sí, sí.
JFA.- Es lo lógico y normal.
MG.- Yo sé que igual hay gente, o incluso compañeros de profesión, que igual creen que esto es un poco de humo o que estás vendiendo una mentira cuando no es así. Esto está muy controlado y tienes que cumplir unos requisitos; no sólo los talleres, los que te venden el metal y los que lo extraen… creo que hay seis minas ahora mismo certificadas, hay en proyecto otras tres en África y hay que cumplir, todos tenemos que cumplir nuestra parte. No es que yo de repente diga: “Ah pues voy a la joyería ética”. Hay una base sólida ahí detrás y está muy controlado, muy controlado.
JFA.- [22:22] Entonces hay ahí una parte que influye en tu día a día, en tus procesos de trabajo, ¿no? Tienen un control en ese sentido y yo imagino -no te pido con esto datos, por supuesto- que el coste de metal será un poquito mayor.
MG.- Es un poquito más, sí, es un poquito más, pero tampoco pero tampoco te creas que es una barbaridad. Yo también lo pensaba cuando pedí la información porque realmente hasta que no te asocias, hasta que no te dan el certificado, no puedes empezar a comprarles y tampoco te informan de cotizaciones. Tú puedes hacerte socio y luego, sí te parece carísimo y no compras, supongo que te darán de baja. Pero no es mucho más caro y esa parte de más que cuesta, se reinvierte allí, que es lo que también me parece que es muy importante y que está muy bien. No sólo lo invierten en la propia tecnología de la mina, si no en el pueblo: en hacer escuelas, en mejorar centros de salud, en mejorar las carreteras que haya o el alumbrado. Al final todo lo revierten en mejoras.
JFA.- [23:41] Sí, que hay un retorno en origen.
MG.- Exactamente, sí. Yo creo que compensa. La última vez que había comprado había unos euros de diferencia por gramo, tampoco era una cosa inasumible.
JFA.- [24:01] No es significativo.
MG.- No, no, no, no para nada.
JFA.- [24:04] En el coste total de la pieza, vamos, en absoluto… fantástico, veo que estás plenamente convencida que en Fairmined realmente intentan y consiguen minimizar el impacto de la actividad minera en origen, ¿no?
MG.- Sí.
JFA.- [24:22] Y, de hecho, me consta que también están haciendo esfuerzos importantes ya no sólo por salvaguardar los derechos laborales de los trabajadores (con un salario digno, con unas medidas de protección adecuadas, sin trabajo infantil…) , sino que también están haciendo un esfuerzo importante para minimizar la utilización de químicos que, desafortunadamente, es algo muy habitual… cianuro y mercurio. La minería siempre tendrá un impacto, pero está claro que es mucho menor del que podría ser utilizando otras técnicas.
MG.- Precisamente el comentario que yo te dejé la noticia trataba acerca de lo que estás comentando ahora, por fin han podido certificar dos minas que extraen oro ecológico sin la utilización de mercurio y cianuro. A mí la verdad que me parece un lujazo que lo hayan conseguido y que sea posible, la verdad es que me encanta.
JFA.- [25:23] Así es, además es un tema que, al margen de que pueda ser de interés para más colegas, a mí, a título personal, es algo que me interesa especialmente de modo que no pude evitar la tentación de meterte en este lío y preguntarte. La verdad es que te estoy muy agradecido por prestarte a contarnos todo esto, porque es algo acerca de lo que no hay demasiada información en nuestro idioma.
MG.- Vi tu artículo por casualidad, porque lo compartió una compañera de aquí de Asturias, y la verdad es que me sorprendió para bien. Se ve que te informaste y que está muy completo, y sí que me gustaría que llegaste más gente; sobre todo compañeros, para que haya más gente que se anime a sumarse a esto.
De primeras supone una problemática, tener que andar con papeleos y, bueno, yo estaba muy a gusto con mi fundición, pero claro… si quiero ofrecer esto tengo que buscarme la vida, cambiar. Trabajas con otra gente y conoces a más gente que está en el mismo proyecto y ves que están haciendo cosas chulísimas, no sé… yo creo que esto tiene que ir, yo creo que la joyería tiene que tirar por aquí; lo que te decía antes que poner el ejemplo del aceite de oliva, tenemos que poder certificar.
El poder trabajar tranquila, sabiendo que no hay sufrimiento detrás de los materiales que estoy usando, ya sea los metales o los diamantes. Saber que sí, cuesta un poquitito más, pero al final pues estás ayudando a que esa gente salga adelante y que se termine la minería ilegal, y que se busquen otros cauces para hacer las cosas.
JFA.- [27:25] Sí, lo que tú comentas, al final hay dos vertientes, está la parte de pura ética profesional, de tener esa tranquilidad de saber que estás utilizando materiales un origen ético, y luego está la parte también del cliente, que cada vez pues lo va a exigir más.
MG.- Sí, sí, yo lo veo porque eso también me ha pasado. Antes, cuando me preguntabas que por qué me escogían a mí, yo sé que hay gente que ha venido por eso: por la tranquilidad de decir «vale, este metal que estás usando es sostenible» o «no tenía pensado hacerme un anillo de oro por esto, y por esto, pero ahora me apetece”. Animo a todos los joyeros a que prueben y a que se unan, cuánta más demanda haya por nuestra parte más oferta va a haber.
JFA.- [28:24] Así es.
MG.- Hace poco, después de navidad, que fue cuando yo empecé con ellos, anunciaron que éramos unos cien en todo el mundo los que estábamos trabajando con metal Fairmined. Me parece poquísimo todavía. Pero bueno, a ver si poco a poco…
JFA.- [28:45] De hecho, yo creo que hay alguna iniciativa que ya se ha intentado implementar en esta misma línea… por ejemplo, Oro Verde, si no recuerdo mal, y no tengo muy claro que llegase a funcionar, de modo que me alegra ver que Fairmined parece que, de momento, está en el buen camino, que va teniendo aceptación y creo que es algo que merece la pena difundir. Aprovecho y te hago otra pregunta. En este caso no tiene que ver con metales, pero es uno de los temas a los que vamos a tener que prestar más atención en los próximos años y está cada vez en boga… la cuestión del impacto que pueden tener los diamantes creados por el hombre, vamos a decir cultivados porque tampoco hay una traducción muy clara aún. Pienso que también va a ser una materia prima que va a ser posible también defender como un producto sostenible y ético. Está claro que ahí es difícil que haya detrás mafias, ni explotación directa de menores, ni todas esas cosas que, por desgracia, en la minería en países en vías de desarrollo son el día a día en muchos casos. En definitiva, quería preguntarte acerca del impacto que puede tener el diamante creado por el hombre. ¿Tú cómo lo ves?
MG.- Al final a mí me parece una opción tan válida como el diamante natural mientras no engañes al cliente. Yo creo que el problema surge cuando intentas colarle al cliente un sintético por un natural; mientras el cliente sepa lo que lleva, yo no le veo problema. La industria del diamante seguramente no opinará lo mismo que yo y tampoco sé si estará de acuerdo con lo de la certificación de diamantes en origen, pero bueno, me importa bastante poco.
Antes te mencionaba este grupo de joyeros de EtsyMetal y hay una chica americana que, además de trabajar con metal reciclado, metal sostenible, en vez de diamantes utiliza moisanitas. Hace piezas preciosas y a mí me parece una opción tan válida cómo poner un diamante natural o un rubí.
Al final la clave es ser honesto con el cliente; el precio será diferente por pagar un diamante natural o uno sintético (no lo tengo muy controlado porque estoy más con los diamantes certificados de origen), pero sí me los pidiesen tampoco tendría problema en ofrecerlos. Mientras no sé engañe al cliente creo que es válido todo.
JFA.- [32:05] Totalmente de acuerdo, yo creo que la clave es lo que tú acabas de apuntar: ser honestos con el cliente.
MG.- Claro, piedra sintética… depende de cómo la utilices. Si el cliente sabe que se está llevando una piedra sintética, vale, pero te encuentras con que a veces llega alguien y te dice: «tengo esta joyísima, que es de oro y una esmeralda no sé qué…» y es un cuarzo y no sé qué bañado. Si al cliente tú le vendes que es un metal bañado y que no es una esmeralda, que es un cuarzo, pues vale, pero si le estás colando lo que no es, el problema es ése. Para mí el problema es que hay que ser honesto y no engañar a nadie.
A ver qué va pasando con los diamantes, porque creo que va a haber varios frentes: por un lado, la gente que cada vez va a querer el certificado, y luego lo que venga sintético… sí, sí va a estar interesante.
JFA.- [33:13] Bien… no me voy a extender más. Podría estar hablando contigo mucho más tiempo, pero lo dicho, tampoco quiero que la entrevista resulte pesada para los que se animen a verla… quiero darte las gracias de nuevo por tu sinceridad y tu transparencia al compartir tu experiencia con todo esto, me gustaría en el futuro tener la oportunidad de preguntarte más cosas, pero todo se andará.
MG.- Yo encantada, cuando me mandaste el email no me lo esperaba. Leí el artículo y me gustó, me dije “esto empieza a hablarse”. Es importante que se difunda, que no se vea como que estamos vendiendo humo porque para nada…
JFA.- [34:08] María, un placer hablar contigo y estamos en contacto.
MG.- Vale, muy bien… Chao…
JFA.-[34:29] ¡Hasta luego!
MG: ¡Chao, chao!
Leave a Comment