Es un hecho que el proceso de crear piezas de joyería es complejo y exige unos conocimientos específicos. Por suerte, esta actividad no es ajena a la revolución digital que estamos viviendo y, en consecuencia, hoy disponemos de herramientas con las que quizás ni siquiera soñábamos hace tan sólo unas décadas. Así, el diseño de joyería utilizando herramientas de diseño 3D es una realidad y para lograr resultados óptimos a la hora de diseñar joyas es imprescindible:
- Aprender a utilizar las herramientas adecuadas para lograr resultados satisfactorios mediante diseño asistido por ordenador. Ante todo el software que más se adecue a nuestras necesidades y preferencias, aunque sin perder de vista el hardware y los consumibles se va a utilizar para fabricar: cortadoras láser, fresadoras, impresoras 3D, resinas, etc.
- Contar con una base sólida de conocimiento especializado en diseño de joyas, que garantice que el fruto de estos trabajos de modelado 3D va a ser correcto a todos los niveles: aceptación por parte del mercado, optimización del proceso de manufactura, comportamiento de la pieza de joyería, etc.
Cualquier profesional que se dedique a diseñar y crear joyas empleando esta tecnología tendrá muy claro lo que acabo de exponer; después de todo es necesario llevar a cabo un importante esfuerzo para atesorar estos conocimientos. Por eso me sigue sorprendiendo ver cómo son muchos los que cometen el mismo error cuando abordan la necesidad de contar con imágenes para promocionar sus productos: conformarse con fotografías mediocres, pasando por alto la importancia que tiene este material para proyectar una imagen fiable y solvente.
La fotografía siempre ha jugado un papel crucial en el sector de la joyería: catálogos, cartelería, medios de comunicación… todos los soportes de difusión impresos han exigido siempre la disponibilidad de fotografías de calidad profesional. Sin embargo, debido la creciente digitalización del sector la importancia de contar con imágenes excelentes es aún más acuciante, si cabe. Páginas web, redes sociales, marketplaces, newsletters… mil y un soportes que demandan material gráfico de calidad, que refleje fielmente las características del producto. Y, claro está, consumidores que ya no se conforman con cualquier cosa. En los tiempos que corren las fotografías que no responden a los estándares de la industria sólo sirven para generar desconfianza y dañar la imagen de la firma en cuestión. Piensa por unos instantes en tu propio comportamiento como consumidor… ¿qué impresión te causa una foto de producto no profesional? ¿Acaso no le resta atractivo ese artículo? ¿Cómo influye esto en tu decisión de compra?
Está claro que las grandes empresas del sector tienen esto clarísimo desde siempre. Lo saben y disponen de los recursos adecuados para solucionarlo. Sin embargo, ¿qué ocurre con las pequeñas empresas, los creadores individuales que tienen que multiplicarse y ejercer de hombre-orquesta para dar respuesta a todas las necesidades de sus negocios? Lo habitual es que lo tengan más complicado. Sobre todo cuando la especialidad de la casa es la joyería artesanal, la pieza única con un precio de venta no demasiado abultado, cosa que dificulta la posibilidad de repercutir al cliente el coste real de la fotografía, como sería normal (después de todo es un coste de comercialización del producto). Entonces, ante las limitaciones de presupuesto, es habitual que los profesionales de la joyería se decidan a ejercer de fotógrafos. Seguro que esto te suena. Después de todo sólo se trata de hacer unas fotos, ¿no? Tampoco puede ser tan complicado solucionarlo con los equipos tan avanzados -y cada vez más accesibles- que hay en el mercado… ¿o sí?
Pues me temo que que sí, lo es. La realidad es que obtener resultados profesionales en fotografía no es fácil, como ocurre con cualquier otra disciplina. ¿O acaso por pagar una licencia de un programa de diseño asistido por ordenador ya se obtiene, por «ciencia infusa», el conocimiento para sacarle todo el partido posible y dominar el modelado 3D? ¿Y la maestría en el modelado 3D implica conocimiento en diseño de joyería? Por supuesto que no, de igual forma que contar con conocimientos avanzados de diseño de joyería asistido por ordenador no nos convierte en expertos en animación 3D o en diseño industrial.
Piénsalo con detenimiento, ¿de verdad vas a ser el mejor fotógrafo para sacar el máximo partido posible a tus piezas de joyería?
Seguro que esta historia te resulta familiar. El diseñador comienza, en muchos casos, fotografiando sus piezas con su propio teléfono móvil. Al fin y al cabo, hoy en día todos llevamos una cámara en el bolsillo. En las primeras etapas de su viaje, cuando todavía se está formando o sólo está flirteando con la joyería, es lógico y comprensible. Ahora bien, ¿este tipo de fotografía ofrece un resultado profesional? Me temo que, a priori, no es así. Y es normal.
El dilema se presenta cuando nuestro protagonista intenta dar un paso adelante, cuando se propone que su proyecto adquiera una nueva dimensión, más profesional. Por paradójico que pueda parecer, lo veo una y otra vez. Un buen día el diseñador, insatisfecho con las fotografías de que dispone, concluye que es imprescindible «invertir» en equipamiento fotográfico y hace el esfuerzo de adquirir una cámara réflex. A pesar de esto, las fotos que nuestro protagonista obtiene con su flamante cámara nueva tampoco satisfacen sus expectativas: falta detalle, hay reflejos y sombras indeseados, las piedras, lejos de mostrar su brillo y su belleza, presentan un aspecto mortecino y apagado, etc. A la vista de que los resultados obtenidos siguen sin ser los deseados, le toca adquirir algún objetivo macro, elementos de iluminación, quizás comprar una caja de luz o fabricar una. Y, probablemente, comenzar a invertir tiempo y energía en familiarizarse con conceptos básicos en fotografía: profundidad de campo, balance de blancos, distancia focal, boqueh, aberraciones cromáticas, composición y un largo etcétera.
Todo esto para lograr fotografías de calidad… que después será necesario, además, someter a un casi ineludible «revelado digital». Es decir, un proceso de postproducción que nos permita recortar, redimensionar, eliminar defectos, ajustar dominancias de color, modificar el fondo si es necesario, etc. Y claro, para esto es imprescindible disponer de equipo informático, tanto a nivel de hardware como de software, adecuado y, cómo no, aprender a utilizarlo. Un ordenador razonablemente potente, un monitor calibrado para retoque fotográfico, software que posibilite todo lo mencionado y que, a ser posible, facilite los flujos de trabajo: renombrar los archivos, ordenarlos y categorizarlos, aplicar ajustes por lotes, etc.
Si te gusta la fotografía, como me ocurre a mí, no pasa absolutamente nada. Lo más probable es que estés dispuesto a realizar las inversiones necesarias en equipamiento y formación, y que disfrutes con ello, viendo como los resultados que obtienes van mejorando con la práctica. Ahora bien, ¿qué ocurre si la fotografía no te interesa tanto o si, sencillamente, prefieres dar prioridad a tu negocio, es decir, a crear joyas y venderlas? Veamos cuáles son tus opciones.
Soluciones para conseguir las fotografías que tus joyas necesitan
La primera posibilidad que debes considerar es la de contratar a un fotógrafo. Ésta, y no otra, es la solución ideal. No te engañes.
Al contratar los servicios de un profesional, a ser posible especializado en fotografía de joyas (o, al menos, de producto), ahorras tiempo y te aseguras de que vas a disponer de material apto para jugar en primera división. Como es evidente, esto tiene un coste… que nunca debería considerarse un gasto, sino una inversión. De hecho, escatimar en esto suele salir muy caro a medio y largo plazo.
En caso de que las limitaciones de presupuesto te obliguen a sopesar otras opciones, ¿podrías hacer tú mismo las fotos? Sí, como ya he mencionado es factible… pero tendrás que indagar acerca de qué equipo necesitas, efectuar el desembolso correspondiente para comprarlo, investigar dónde puedes aprender a usarlo de manera efectiva, cursar (y pagar) la formación correspondiente, etc. Es más que recomendable que no pierdas de vista todos estos «costes ocultos», que siempre estarán presentes incluso aunque aciertes a la primera en todas las decisiones que tomes para aprender fotografía: tiempo, equipamiento, energía, etc.
Gestionar es priorizar y, como emprendedor, nunca debes perderlo de vista: ¿destinar estos recursos a este fin es la mejor decisión? Si has sopesado todos los posibles usos para dichos recursos y tienes claro que destinarlos a este fin es, en efecto, la mejor forma de rentabilizarlos, adelante. Si no, piénsatelo dos veces porque conseguir realizar fotografías de alta calidad de joyas no es nada sencillo. Es necesario que esos pequeños defectos que son casi inapreciables a simple vista brillen por su ausencia cuando se amplía la imagen a gran tamaño, que los contornos estén bien definidos, que las gemas refuljan con todo su esplendor y muestren sus colores reales. Algunos de los muchos detalles a tener en cuenta son los reflejos sobre los metales, las sobreexposiciones que puedan «quemar» las imágenes, las motas de polvo y las huellas, la nitidez y el mero hecho de posicionar las piezas de forma que luzcan. En fin, la dura realidad es que la fotografía de este tipo de producto hace gala de una serie de peculiaridades que es esencial conocer.
Cuando logres capturas con calidad suficiente para que sirvan de «materia prima» apta para el procesado digital (o retoque, si prefieres) subsiguiente, tendrás que elegir entre dos opciones:
- Aprender a llevarlo a cabo por ti mismo.
- Subcontratarlo.
La decisión está en tus manos. Para que te hagas una idea de lo que supone este proceso de retoque, el trabajo que este vídeo sintetiza en un minuto requiere una considerable cantidad de tiempo y de conocimiento específico:
Este procesado digital, como he explicado antes, es ineludible para:
- Realizar pequeñas correcciones (si la foto original es buena, deberían serlo), como suprimir motas de polvo, por ejemplo.
- Generar fondos según sea necesario (el fondo estándar es el blanco, pero en ocasiones también se utilizan colores alternativos, silueteados con fondo transparente, fondos artísticos, etc.).
- Adecuar las imágenes al medio previsto, seleccionando espacios de color (RGB y CMYK), dimensiones y resolución según las necesidades concretas para cada caso (no es lo mismo optimizar para un entorno digital que para impresión offset, por ejemplo).
- Optimizar las sombras y reflejos de las piezas, o crearlas desde cero cuando es necesario.
- Insertar logotipos o marcas de agua.
- Etc.
Por si te resultan de ayuda, cierro este apartado con unos cuantos consejos:
- Recuerda que probablemente necesitarás varios tipos de fotografía para tus joyas. ¿Por qué? Porque la fotografía para venta online es diferente a las composiciones con naturaleza más artística que se utilizan con fines promocionales. Los patrones de composición y creatividad son distintas para lookbook, ya sea en bodegones o con modelo. Eso sí, en caso de tener que elegir yo le daría prioridad a la fotografía optimizada para comercio electrónico (varias vistas de la pieza en fondo blanco), que es el tipo de imagen al que vas a poder sacarle más partido.
- No se trata de asignar presupuesto a la fotografía a lo loco: recuerda que la idoneidad de las fotos depende del uso que les quieras dar. Recurrir a la cámara de tu móvil puede ser más que suficiente a efectos de «registro». Por ejemplo, cuando te entregan una pieza de joyería para someterla a revisión y limpieza, o a un proceso de rediseño. O también para disponer de un documento gráfico que incluir en tu archivo de trabajos realizados.
- No te olvides de tener en cuenta la partida de presupuesto destinada a la fotografía a la hora de calcular los costes de fabricación y comercialización de tus joyas.
- Mantén ordenada la colección de fotografías de tus joyas: las imágenes que no puedes encontrar cuando las necesitas son inútiles.
- Guarda siempre copias de seguridad de todo este material.
Es posible que las joyas que creas sean excepcionales, pero sin el respaldo de fotografías de calidad tan sólo los clientes que puedan verlas al natural, en vivo y en directo, tendrán la oportunidad de admirar su belleza real. Tan sólo unas fotografías profesionales harán justicia a tus joyas, posibilitando que cualquier interesado, esté donde esté, las aprecie en todo su esplendor.
En conclusión: ¿quieres que te tomen en serio? Tómate en serio la fotografía de tus joyas
La fotografía de tus piezas de joyería juega un papel esencial para construir la imagen de tu marca.
Si quieres que te tomen en serio, si aspiras a parecer el profesional que eres o aspiras a ser (y no un mero aficionado) vas a necesitar fotografías que no desmerezcan tus creaciones. Lo cierto es que nunca te arrepentirás de invertir en fotografías de calidad porque, antes o después, vas a necesitarlas. Piensa en lo importantes que son para impresionar, despertar el deseo y proyectar la imagen que tu firma necesita y merece en tarjetas de visita, catálogos, cartelería, folletos, publicidad y contenidos editoriales en publicaciones en formato impreso y digital, newsletters, redes sociales, marketplaces, página web, etc.
Grábate esto a fuego: la fotografía de alta calidad suele marcar la diferencia entre los profesionales de primer nivel y los demás. ¿En qué grupo quieres estar tú?
¿Este tema es importante para ti? Entonces súmate a los cientos de profesionales del sector joyero que ya se han suscrito al newsletter de 925lab.
Disclaimer.- En 925lab no prestamos servicios de fotografía, pero lo que sí hacemos es ofrecer servicios de formación y consultoría dirigidos a los emprendedores en el sector de la joyería que tienen la determinación de hacer que su negocio crezca.
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