No recuerdo exactamente cómo, pero en una conversación reciente con un cliente salió a colación el término growth hacking. Quizás te suene o quizás no, pero lo cierto es que se trata de un término que en el mundillo del marketing online y de las empresas con base tecnológica (start-ups) en España lleva utilizándose, al menos, desde 2015 (aunque el término fue acuñado en 2021 por Sean Ellis). Por tanto, si no tienes muy claro en qué consiste el growth hacking va siendo hora de remediarlo, ¿no te parece? Más que nada por si puedes sacarle alguna utilidad.
Soy José Francisco Alfaya, impulsor de 925lab, y quiero que descubras si tu negocio en el sector joyero puede sacarle partido al growth hacking.
¿Qué es el growth hacking?
Comencemos por el principio: ¿cómo definimos el growth hacking?
El growth hacking es una disciplina que tiene como objetivo alcanzar el máximo crecimiento destinando para ello la menor cantidad posible de recursos. Ese «máximo crecimiento» puede traducirse en usuarios, visitas, conversiones (ventas), etc.
El hecho de que surgiese en el ecosistema start-up es lógico, ya que, por un lado, las empresas de reducidas dimensiones no suelen disponer de grandes presupuestos para promoción y, por otro, en el ámbito online es posible lograr resultados exponenciales. Un ejemplo para que lo veas claro: distribuir cien copias del diseño de una joya en formato digital es mucho más sencillo (y barato) que distribuir cien unidades de ese mismo producto ya fabricado.
El growth hacking forma parte del día a día del mundo digital, pero la pregunta del millón es… ¿podría aplicarse en nuestro sector? Vamos a verlo.
¿Puedes ponerme algunos ejemplos de técnicas de growth hacking?
Por supuesto. Como es natural, el growth hacking toma como punto de partida la situación actual de una compañía, analizándola para detectar posibles áreas de actuación. Es decir, determinar por qué hay estrategias y/o acciones que están arrojando mejores resultados que otras para poder actuar sobre las «palancas» adecuadas.
Muchas empresas tecnológicas que gozan de gran popularidad lograron despegar gracias a técnicas de growth hacking (que, en algunos casos, responden a estrategias de toda la vida trasladadas al ámbito digital). Algunos ejemplos de estas «técnicas de crecimiento acelerado»:
- Gratuidad, que se traduce en las propuestas freemium que son cada vez más habituales. Es decir, ofrecer una versión gratuita de un producto, apostando porque un porcentaje de clientes terminará por pasarse a una versión más completa, de pago. Un ejemplo que seguro que conoces es Spotify.
- Exclusividad, limitando el acceso de nuevos usuarios mediante distintos sistemas. Uno muy habitual es exigir que un nuevo cliente necesite ser invitado por un cliente actual, como hizo Google cuando lanzó su servicio de gestión de correo electrónico Gmail allá por 2004. De esta forma consiguió que sus usuarios se convirtiesen en embajadores del servicio al recomendarlo a sus contactos.
- Gamificación, trasladando la mecánica de los juegos a contextos en los que no es habitual. Gran parte del éxito de los bucles virales de Dropbox se debe a esto, ya que el cliente podía ir desbloqueando recompensas a medida que realizaba ciertas acciones.
- Escasez y urgencia, limitando el acceso al producto o servicio: cantidad («sólo quedan dos habitaciones disponibles en este hotel», ¿te suena?), tiempo («esta oferta terminará cuando finalice la cuenta atrás»), etc.
En el artículo publicado en GrowthHub «Ultimate List of Growth Hacks» encontrarás muchas más ideas de este tipo. En última instancia, lo que intentan hacer los profesionales del growth hacking es romper, de forma ética, las reglas del juego para lograr la máxima repercusión posible invirtiendo lo menos posible. Es cierto que en muchos casos pequeños detalles pueden traducirse en cambios significativos.
Aplicando al growth hacking a la industria de la joyería
Muchas de las empresas que han marcado un antes y un después en el comercio electrónico también lo han conseguido introduciendo innovaciones que ahora ya son habituales, pero que rompieron paradigmas en su momento. Por ejemplo, Zappos con su política de reembolso o reemplazo durante 12 meses o Amazon con su programa Amazon Prime. ¿Existen técnicas de growth hacking que puedan ser aplicadas a la actividad de las empresas de la industria de la joyería? Viendo los ejemplos expuestos, parece razonable pensar que así es.
Algunas de estas «técnicas», como decía antes, consisten en potenciar en el entorno online principios que no tienen nada de nuevo. No obstante, es cierto que existen recursos y herramientas que, utilizados de forma adecuada, pueden generar un impacto significativo y que contemplan muchas de las mecánicas contempladas (gamificación y viralización mediante concursos) y otras basadas en automatizaciones (ya sea para recabar datos mediante scraping o para interaccionar con terceros). Lo que está claro es que el growth hacking se basa en análitica y una combinación de creatividad y curiosidad, lo que implica una apuesta importante por el «ensayo y error». Como dicen los anglosajones: fail fast, learn faster.
En el blog de 925lab encontrarás numerosos ejemplos de innovación de interés para nuestro sector y que, en algunos casos, podrían asimilarse a prácticas de growth hacking (por ejemplo, en los artíulos «¿Y si las joyerías del futuro no necesitasen stock?» o «¿Vas a lanzar nuevas joyas? Aprende de Betabrand»), pero comparto contigo un artículo de Adam Shutton para MarketingSherpa que me parece especialmente recomendable: «Social Media Marketing: How a small e-commerce site attracted 293,000 Facebook fans». Analiza el caso de una compañía especializada en la comercialización de velas que recurre a la joyería como reclamo… pero lo realmente destacable no es el uso de obsequios promocionales, sino cómo le sacan partido en la red. Eso sí, los resultados ya no serían los mismos a día de hoy, dado que este caso de estudio es de 2013 y desde entonces las redes sociales se han convertido en canales de pago.
¿Tu empresa podría beneficiarse del growth hacking?
Si tu empresa ha hecho los deberes en el mundo online, tendrás una base sobre la que trabajar; en ese caso, puede tener sentido plantearse esta opción. ¿Te gustaría profundizar en todo esto? Recuerda que en 925lab podemos ayudarte a potenciar toda la actividad digital de tu empresa (y a acelerar su transformación digital, de hecho).
Por cierto, en caso de que te interese estar al tanto de la evolución del sector para poder tomar, así decisiones informadas y, además, recibir la información más útil para trabajar de forma más inteligente, lo mejor que puedes hacer es unirte a los cientos de profesionales del sector joyero que ya reciben nuestro boletín. ¿Te has suscrito ya? Newsletter de 925lab.
Bonus.- En caso de que este artículo te haya sabido a poco, podrás complementarlo con este otro de Albert García Pujadas: «Digital business: del dromedario al product led growth».
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